viernes, 23 de mayo de 2014

Ciclo de Cine para Pensar: Cabaret 1972




ESTE VIERNES 16 EN COTRAIN A LAS 6.30pm CINE PARA PENSAR: "CABARET" DE BOB FOSSE. y como siempre, vino y refrigerios a precios solidarios.. te esperamos.. 
Cotrain: Av las acacias, 50 mts al norte de su cruce con la av Andres Bello.. vea el mapa.. les esperamos!





Cabaret (EEUU, 1972) Dirigido por Bob Fosse y con Liza Minnelli, Michael York y Joel Grey está basada en la novela de Christopher Isherwood Adiós a Berlín (Goodbye to Berlin, 1939), y fue ganadora de numerosos premios cinematográficos.
Ambientada en el Berlín de inicios de los años 30 narra una historia de amor entre la bailarina de un local nocturno de moda llamada Sally Bowles (Liza Minnelli) y un estudiante de Cambridge llamado Bryan Roberts (Michael York), con el telon de fondo del auge politico de los nazis con la ascensión del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán* al gobierno alemán, en 1933.
*(El partido fue la única fuerza política legal en la Alemania nazi desde la caída de la República de Weimar (1933) hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, cuando al caer el nazismo, fue declarado ilegal y organización criminal, y sus líderes arrestados, culpados y juzgados por crímenes de guerra, contra la humanidad y contra la paz en los Juicios de Núremberg entre noviembre de 1945 y octubre de 1946.)
Cabaret fue nominada a 10 premios Óscar y ganó 8, cosa que sorprendió, pues la favorita de ese año era El Padrino de Francis Ford Coppola, que logró el premio de mejor película, el de mejor actor (Marlon Brando) y el de mejor guion adaptado. Cabaret ganó mejor dirección, mejor actriz principal (Lisa Minnelli), mejor actor de reparto (Joel Grey) Mejor Guión adaptado (Jay Presson Allen) Mejor fotografía (Geoffret Unsworth) mejor banda sonora (Ralph Burns) Mejor Montaje (David Bretherton) Mejor dirección artística (Rolf Zehetbauer, Hans Jurgen Kiebach y Herbert Strabel) Mejor sonido (Robert Knudson David Hildyard) El guión (adaptado) fue de Jay Presson Allen. Solo fue nominado.

Comentarios: “Decía F F Coppola (...) que el cine musical, en sentido estricto, es aquél cuya trama no puede comprenderse sin las canciones, ya que éstas cuentan la historia musicalizada. Ahora bien, también creo que las reglas están para romperse, con el necesario ingenio, y ‘Cabaret’ es buena prueba de ello, pues la historia podría entenderse perfectamente sin los números musicales que las chicas y el genial maestro de ceremonias llevan a cabo sobre el escenario del Kit Kat Klub, pero faltaría el punto de vista que esas mismas canciones aportan, esa ironía que complementa la historia, o sencillamente ese juego de contrastes servido con el prodigioso montaje de David Bretherton entre la cruda realidad exterior y el salvaje libertinaje del interior.
Y lo de sacar a colación a Coppola tiene otro sentido más, y es que ese montaje paralelo que podemos observar en el primer número musical de la película (arriba del todo lo tienen) lo plagió él descaradamente, con toda la desvergüenza del mundo, no solamente en varios momentos de su espectacular pero gélida ‘Cotton Club’, sino en cierta forma en el sublime final de su trilogía sobre los Corleone. Pero eso es lo de menos. ‘Cabaret’ se convertía en un hito en 1972, recuperando el esplendor, ya casi olvidado, de los grandes musicales, obteniendo un fabuloso éxito popular y ocho Oscar, aunque el de mejor película le fue arrebatado, sorpresivamente para muchos, por ‘El Padrino’, precisamente.”

“Película de culto avalada por ocho Oscars. En su momento, se polemizó sobre la estatuilla ganada por Joel Grey en detrimento de Al Pacino como hijo de Don Vito Corleone, en EL PADRINO. En mi opinión, y respetando siempre a ese gran actor que es Pacino, nuestro querido bufón encarna a un personaje que destila un aura de irrealidad como pocas veces se ha visto en un film. Es como un fantasma de los deseos humanos. Alguien libre y absurdo que se cuela durante unos instantes en las vidas de los berlineses pre-nazis aportando ironía y sarcasmo con sus números musicales. Liza Minelli interpreta el mejor papel de toda su carrera, y el personaje del aristócrata alemán, completamente inesperado, profundiza en la riqueza de esta película. CABARET posee la que para mí es la secuencia más impactante. En sólo tres minutos, un genial Bob Fosse nos muestra mediante una de las canciones más bellas de la Historia, lo que todavía no ha conseguido nadie: explicar por qué el pueblo alemán se decantó en las urnas por un homosexual bajito llamado Adolf. La escena, censurada en Alemania durante la década de los 70, es para mi, irrepetible por su ejecución, su belleza, la canción, por su horror, por su puesta en escena... Un gran film que no decepciona a nadie y una total e indiscutible obra maestra.
Bob Fosse conservó intacto el encanto y el ambiente chispeante y desvergonzado de un típico local nocturno de espectáculos, que se presenta como una alegoría de la alegría ruidosa sin prejuicios, y la evasión de los problemas de la vida diaria. El “Kit Kat Club” es pura filosofía que invita a dejar las preocupaciones en la puerta y zambullirse en la euforia de noches restallantes de música, colorido, risas, embriaguez, excesos y desinhibición. Mientras de puertas afuera el partido nazi alemán crece como una enfermedad y gana cada vez más fanáticos adeptos, mientras en las calles se suceden las emboscadas, los asesinatos y esos grupos de desaprensivos que marchan como legiones infernales insultando a los judíos, agrediéndolos y dejando ofensivas pintadas en los muros de sus viviendas, dentro del “Kit Kat Club” las penas se olvidan bajo ríos de alcohol, capas de maquillaje, ropas chillonas, coreografías de vértigo y canciones que hablan de felicidad, de amor, de dinero y de diversión. El maestro de ceremonias es toda una institución en sí mismo. Una institución sobre la libertad, el descaro, el ocio y el placer que cada noche, es completamente feliz dando rienda suelta a todo su caudal artístico. Ácido, avispado y punzante, bajo su maquillaje y su desparpajo destapan las hipocresías de una sociedad demasiado ciega por la soberbia. El cabaret es el núcleo tras el cual se originan historias personales. Punto de encuentro de un público deseoso de huir de la tosca realidad exterior, y de artistas que sueñan con un futuro de luces prometedoras, escenarios, bambalinas y éxito.”

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